Aunque su título completo es cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo o de la Vera Cruz, es conocida coloquialmente como cofradía de la Preciosa Sangre o simplemente cofradía de la Sangre.

Se desconoce la fecha real de su fundación. En el siglo XVIII Francisco Villalengua ² afirma en su obra Memoria descriptiva de la Villa de Novés que la cofradía de la Sangre ya existía en el año 1503 aunque en esta fecha se regía por costumbres transmitidas oralmente porque no consta que se tuvieran ordenanzas autorizadas debido a que las más antiguas y primitivas “ya no estarían en uso por su mucha antigüedad” según afirma el escribano. A pesar de que aparentemente se trata de una memoria detallada y minuciosa, los datos que en ella se relatan sobre el origen de la cofradía no se han podido contrastar ni confirmar, por tanto lo más prudente es admitirlos con reservas.

El testimonio escrito mas antiguo que se conserva, hace referencia a unas ordenanzas que se redactaron el día 20 de enero de 1532, siendo esta fecha considerada oficialmente como la de su fundación ³. Estas ordenanzas primitivas constaban de 31 artículos a los que se añadieron después otros cinco nuevos, aprobados en un cabildo celebrado el día 7 de abril de 1555, festividad de Domingo de Ramos, y más tarde se añadieron otros dos artículos aprobados también en cabildo el día 12 de marzo de 1559.

En el año 1561, la cofradía de la Sangre presenta ante el licenciado Dr. Gómez Tello Girón, gobernador y administrador de la Diócesis de Toledo, unas ordenanzas completas que contenían los 38 artículos, es decir los primitivos y los que se habían añadido porque “en el dicho tiempo no eran convenientes e agora sí lo son.” solicitando su autorización “ para que se cumplan según y como en ellas se contienen y so las penas que en ellas contenidas e imponiendo asimismo pena de excomunión para que mejor se cumpla” haciendo constar que estas ordenanzas son las mismas que “de treinta años a esta parte se vienen cumpliendo”. Estas primeras ordenanzas escritas fueron aprobadas el día 10 de noviembre de 1561 ⁴.

Ordenanzas del año 1561

Aunque no se sabe a ciencia cierta cuando se construyó la ermita del Cristo, que es la sede de la cofradía y anterior a su fundación, lo que si se puede comprobar es que ya existía en el siglo XVI puesto que se menciona en las relaciones de los pueblos de España mandada hacer por Felipe II en 1576 “dijeron que en el dicho lugar de Novés hay una ermita de la Sangre de Nuestro Señor con una cofradía.” ⁵

 

Tras la celebración del Concilio de Trento (1545-1563) la Iglesia comienza a poner más énfasis en los actos de fe, caridad y misericordia, los cuales junto a la realización de buenas obras, arrepentimiento y penitencia, permitiría a todos los fieles alcanzar de mejor manera el perdón de los pecados y la salvación eterna. Para reforzar aún más estos principios, se concedían bulas otorgando indulgencias plenarias o temporales a distintas cofradías erigidas en la ciudad de Roma, algunas de las cuales tenían la facultad de agregar a otras hermandades con el fin de hacer más extensivos sus beneficios y ampliar su influencia. La cofradía de la Sangre para tratar de continuar y perseverar en sus fines, así como en la devoción a Jesucristo y su Preciosa Sangre, y de seguir practicando obras de caridad y misericordia, dirigidas por la cofradía para ser destinadas a sus hermanos, esposas, familiares y aún a aquellos que sin serlo se acogían a ella invocándola con devoción y arrepentimiento, solicita su incorporación a la archicofradía de San Marcelo de Roma ⁶.

Los trámites son realizados por el clérigo Juan Hurtado en nombre de la cofradía de la Sangre y en 1587 se produce la agregación y hermanamiento con la archicofradía romana, según consta en una bula fechada el día 10 de junio de ese mismo año dirigida a los cofrades de Novés por el Cardenal Alejandro Farnesio, Vicecanciller de la Santa Iglesia Romana y Protector de la Archicofradía de San Marcelo en la que manifiesta que “os agregamos favorablemente a nuestro consorcio a todos y cada uno de vosotros”. ⁷

La bula está escrita en un pergamino de 43 centímetros de alto por 53 de ancho, de cuya parte inferior pende el sello de cera roja de la cofradía romana guardado en un estuche ⁸. El contenido de este importante documento, certifica que la cofradía de la Sangre se convierte desde ese momento en miembro de pleno derecho de la archicofradía de San Marcelo, porque como se afirma literalmente “así, agregados, os hacemos partícipes graciosa y liberalmente a todos y cada uno de vosotros de todas y cada una de las gracias e indulgencias”, y por tanto permite a todos sus cofrades compartir los privilegios y beneficios que otorga la Bula Apostólica concedida por el Papa Gregorio XIII a la archicofradía romana el día 13 de enero de 1573.

Para poder alcanzar y gozar los beneficios de las indulgencias, además de cumplir las condiciones generales y obligatorias de confesar y comulgar el día de Pascua de Resurrección y en otras fechas señaladas, los cofrades de la Sangre deben cumplir otras obligaciones particulares como son la de vestir el hábito negro de la cofradía en las procesiones, igual que lo hacen sus hermanos cofrades de Roma como señal de unidad y hermanamiento con ellos, y otra que consistía en entregar todos los años el día de la Invención de la Cruz tres libras de cera blanca a la archicofradía de San Marcelo como limosna y muestra de reconocimiento a su superioridad. ⁹

Las indulgencias plenarias de las que ya gozaban los cofrades de la Sangre por ingresar en sus filas o por encomendarse a ella contritos y arrepentidos en el momento de su muerte que habían sido concedidas por su hermanamiento con la cofradía de San Marcelo, se ven ratificadas en el siglo XVII a través de una nueva Bula Apostólica. El Papa Inocencio X concede y otorga igualmente indulgencia plenaria a perpetuidad en el caso de incorporarse confesados y comulgados a la cofradía y a la hora de su muerte, pero además concede otras tantas indulgencias temporales para todos los cofrades de la Preciosísima Sangre siempre que durante ciertos días señalados visiten la capilla de la Soledad (hoy conocida como capilla del Nazareno) o la ermita del Cristo, acudiendo a ellas sinceramente arrepentidos y confesados para participar de la Eucaristía, y al mismo tiempo orar por la Santa Iglesia y las intenciones del Santo Padre. Así se confirma mediante la Bula Apostólica dada en Roma, en Santa María la Mayor el día 20 de mayo de 1649, cuyo original se conserva entre los bienes de la cofradía con el correspondiente sello apostólico de plomo que certifica la autenticidad del documento. ¹⁰

 

Siendo Arzobispo de Toledo y Primado de España el Sr. Cardenal Baltasar Moscoso y Sandoval, ante el Inquisidor Vicario General de Toledo y del Arzobispado, D. Diego Osorio de Escobar y con licencia del Comisario General de la Santa Cruzada, D. Pedro Pacheco Girón, se autoriza a poner de manifiesto la confirmación y publicación de las indulgencias concedidas a la cofradía de la Sangre al mismo tiempo que se manda guardar y cumplir las dos bulas concedidas tal y como en ellas se contiene y declara el día de la Pascua de Resurrección y otros cuatro días más elegidos por la cofradía para tal fin “y que una vez elegidos esos días no se puedan cambiar”. Así se confirma mediante un escrito fechado el día 4 de marzo de 1652. ¹¹

La cofradía de la Sangre eligió las tres festividades de la Santa Cruz ¹² y el Jueves Santo, convirtiendo por tanto éstas, junto a la de Pascua de Resurrección, en las cinco fechas señaladas para siempre, como se requería, pasando a ser todos ellos días válidos para ganar indulgencias.

En el año 1691 José Romo Tejero en nombre de la cofradía de la Sangre, presenta ante el Consejo del Arzobispado un documento firmado en el que se solicita dar despacho a unas ordenanzas nuevas, porque como se dice literalmente “son copia de las Ordenanzas del año 1561 las cuales remito por estar maltratadas y se teme que totalmente falten para el gobierno de esta Cofradía” El día 31 de enero de 1691 quedan confirmadas las ordenanzas presentadas haciendo constar que en el año al cual se remite (1561) ya se tenían dichas ordenanzas debidamente autorizadas. ¹³

El 26 de agosto de 1724 es un día muy importante y señalado para la Cofradía de la Sangre. En esa fecha Sor Isabel de Jesús, Abadesa del Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, firma un certificado en el que hace constar la donación de una reliquia procedente del Lignum Crucis que se venera en la capilla de Nuestra Señora del Milagro de dicho convento, al confesor de este Monasterio que en esas fechas era el Rvdo. Fray Francisco Fajardo natural de Novés. Se trata de la misma reliquia que fuera propiedad de S.A. Dª Mariana de Austria cuando profesaba en dicho convento. ¹⁴

Este ilustre personaje novesano recibió la reliquia como obsequio de la comunidad de las Descalzas Reales por el agradecimiento que las religiosas le manifestaban, dado el atento servicio, gobierno y asistencia que había prestado a la congregación, y él a su vez donó la referida reliquia a la cofradía de la Sangre según consta en una carta dirigida a D. Juan Martínez Suárez, capellán y párroco de Novés, el día 5 de septiembre de 1724, bajo la condición de realizar una fiesta el día de la Santa Cruz el 3 de mayo de cada año:

En un inventario realizado en el año 1721 consta la composición de una imagen de Jesús con la Cruz a cuestas para representar las caídas del mismo modo como lo hacen en Ocaña ¹⁶. En este mismo inventario también se hace referencia a la antigüedad de dicha imagen “es la dicha efigie de estatura natural que está en una peana de peñasco y se advierte que esta es la misma que de cien años a esta parte ha sido de esta Cofradía con el título de Ecce Homo como consta en los papeles antiguos de esta Cofradía en su archivo”.

En el cabildo ordinario ¹⁷ celebrado el día 21 de abril de 1783 se recuerda a los hermanos cofrades la obligatoriedad de usar el vestido negro que habitualmente se usa en las procesiones por ser una condición necesaria para obtener los beneficios espirituales concedidos por la bula obtenida por la incorporación a la archicofradía de San Marcelo. En el mismo cabildo se dice que la Cofradía actuará en consecuencia “en el caso de que alguno no tuviese el vestido por omisión, flojedad u otra causa que no fuera legítima, providenciar lo que haya lugar”.

El día 24 de febrero de 1787 el párroco de Novés, Juan de Yorba, responde a través del Arzobispado a las 15 preguntas formuladas por Tomás López para realizar sus Relaciones Geográficas e Históricas. ¹⁸ En ellas se hace referencia a: “una imagen muy peregrina y de una antigüedad tan extraordinaria que no se sabe de su principio y es de Cristo Nuestro Señor Crucificado con el título de la Preciosa Sangre.” En la misma respuesta se hace constar que esta imagen era muy visitada y venerada en su ermita por todos los vecinos del pueblo porque además de ser la titular de la cofradía era considerada muy milagrosa. También describe otra imagen de Jesús Nazareno que se veneraba con mucha devoción en su propia capilla de la iglesia “tan prodigiosa y de tal perfección que a cuantos la miran causa devoción, respeto y temor y los profesores de ella que la han visto han admirado su perfección”.

Con respecto a la fundación de la cofradía, el párroco dice en sus respuestas, que aunque se afirma que se fundó en 1532 los hermanos se remiten a otras más antiguas “de las que no se tiene noticia y así se infiere ser su antigüedad lo mismo que la de la Sagrada Imagen del Cristo de la Sangre de quien toma su nominación”.

Pocos años después, en 1793, se puede ver una nueva referencia a estas dos imágenes en el libro de Francisco Villalengua que las define en estos términos “un Jesús Nazareno que es el asombro del arte según el sentir de los más peritos artífices que la han registrado” y la otra imagen como “una efigie del Santísimo Cristo de la Sangre (esta está en su ermita) que es un pasmo de perfección” De esta última imagen también nos dice que es muy antigua porque es anterior a las primeras ordenanzas que son antiquísimas “con que siendo tan antigua la Cofradía, cuanto más lo será esta imagen”. ¹⁹

El 19 de mayo de 1883 se procede a reformar las primitivas ordenanzas y se redactan unos nuevos estatutos para, como se dice literalmente “acomodarlas a las circunstancias actuales y traducir en ellas sus obligaciones” Los nuevos estatutos constan de 105 artículos repartidos en 6 capítulos que serán aprobados por el Arzobispado el día 2 de junio de ese mismo año. ²⁰

A partir de la entrada en vigor de los nuevos estatutos, se consagra la forma de realizar el nombramiento del alférez, lo que se hará siempre aplicando la antigüedad ²¹. Ya se venía haciendo así desde algún tiempo atrás, sin embargo mucho antes para ser alférez bastaba con solicitarlo a la cofradía y que dicha solicitud fuera aprobada en cabildo ordinario, lo que había ocasionado en algunas ocasiones desavenencias y desacuerdos en el momento de realizar los nombramientos. Para tratar de solucionar esta situación conflictiva se llegó a utilizar la fórmula de realizar votación entre las solicitudes presentadas para proceder al nombramiento, lo que en algunos momentos llegó a agravar el problema en lugar de solucionarlo.

En el capítulo III de los nuevos estatutos hay un apartado específico para el alférez con tres artículos ²² en donde se expresa claramente que para su nombramiento se aplicará exclusivamente la antigüedad del cofrade siguiendo el orden riguroso de lista, quedando definitivamente solucionada esta controversia.

Otro aspecto destacable de estos nuevos estatutos es la eliminación del requisito de “limpieza de sangre” que antes era obligatorio para entrar en la cofradía. En las primeras ordenanzas podemos leer que para pertenecer a ella era necesario ser cristiano viejo ²³ por lo que el aspirante debía justificar “que no es judío ni tornadizo ni converso ni tiene ninguna raza de confeso” para lo cual se procedía a nombrar a dos hermanos para que investigaran el árbol genealógico de los aspirantes por ambas partes, es decir por parte de padre y de madre. A partir de esta reforma se elimina este requisito y solo es necesario ser católico, apostólico y romano además de cumplir con las obligaciones de buen cristiano ²⁴.

A pesar de que esta medida se puede considerar como una cierta apertura que pudiera permitir un acceso a la cofradía con menos trabas, aún se mantenía la vigilancia del buen comportamiento y buenas costumbres, motivo por el cual era obligatorio realizar un juramento por todos los cofrades a partir de los catorce años “para no faltar al leal cumplimiento de sus obligaciones” Dicho juramento se realizaba de rodillas ante el Cristo de la Sangre tomado por el presidente de la cofradía, pudiendo hacerlo durante la celebración de cualquiera de los tres cabildos ordinarios del año, y si el aspirante fuera menor de esa edad dicho juramento lo haría el padre o la persona que lo representara. La fórmula del juramento es de la siguiente manera:

¿Juráis por Dios Nuestro Señor cumplir con todos los deberes que imponen las Ordenanzas de esta Cofradía?”Y el nuevo cofrade contestará “Sí juro”. El presidente añadirá: “Si así lo hiciereis Dios os lo premie y si no os lo demande. ²⁵

Gracias a un inventario realizado en el año 1911 por el párroco D. Pedro Frutos Escobar ²⁶ que se conserva en el Archivo Diocesano, se conoce el aspecto que tenía la capilla de Jesús Nazareno en esa época. Tenía un retablo con columnas de madera y plinto con tres hornacinas, la del centro albergaba la imagen de Jesús con la cruz a cuestas, en la de la derecha se guardaba la Santa Reliquia del lignum crucis en un sagrario y junto a él había una pequeña imagen en piedra de la Virgen del Pilar. En la hornacina de la izquierda se situaba la imagen de la Virgen de la Soledad. Debajo de la imagen del Nazareno había un sepulcro de cristal y madera, pintado y con cuatro ángeles en sus ángulos que guardaba en su interior un cristo yacente tallado con goznes en sus hombros. ²⁷

Debido a los graves hechos e incidentes ocurridos en Novés durante la guerra civil de 1936 tanto la iglesia parroquial como todas las cofradías sufrieron importantes destrozos. La cofradía de la Sangre fue saqueada y perdió todas sus imágenes que fueron totalmente destruidas. Afortunadamente, por la decidida y valiente acción de un cofrade anónimo, se pudo rescatar el busto de Jesús Nazareno tal y como se describe en la relación de los hechos sucedidos para la Causa General ordenada por la Fiscalía del Estado “la imagen del Santo Nazareno fue destrozada, solo se conserva en buen estado el Santo Busto” ²⁸ Años más tarde dicho busto pasó por varios procesos de restauración, siendo lo único que hoy se conserva de aquel importante patrimonio de imaginería de los siglos XVII y XVIII.

Durante los primeros años de la posguerra se produce un importante esfuerzo económico por parte de todos los cofrades para reponer los destrozos sufridos durante la contienda, así podemos comprobar como en el cabildo celebrado el día 17 de abril de 1942 se aprueba la subida de 50 céntimos en la cuota mensual e igualmente “se aplazarán por otro año las pagas de los difuntos y misas, se acuerda que se cree muy necesario arreglar la capilla y tejados.” ²⁹

Todos los esfuerzos realizados obtienen sus frutos porque con la adquisición de nuevas imágenes se repone el patrimonio imaginero desaparecido, tal y como se expresa en el cabildo celebrado el día 13 de abril de 1947 en el que se dice “esta Cofradía cuenta en la actualidad con todas las imágenes que necesita para hacer las ceremonias de la Semana Santa según se venían realizando desde tiempos remotos.”. En el acta de ese mismo cabildo se hace constar el agradecimiento expresivo de la cofradía a todas las personas que contribuyeron al resurgimiento de la misma, que se consiguió gracias al pago de cuotas extraordinarias y a donativos particulares, tanto de cofrades como de otras personas ajenas pero devotas de esta cofradía. ³⁰

En el cabildo del día 1 de abril de 1951 ya se pueden apreciar síntomas de como la situación de la cofradía va mejorando porque en este año además de acometer el arreglo de la cruz de cemento que hay frente a la ermita del Cristo, se acuerda subir la paga a los herederos de los hermanos fallecidos a la cantidad de 50 pesetas, subsidio que como hemos visto estuvo suspendido durante cierto tiempo y cuyo importe hasta ese momento era de 40 pesetas como se puede comprobar en libros de cuentas de años anteriores. ³¹

Siguiendo las directrices dictadas por el Arzobispado, que se hacen extensivas y obligatorias para todas la cofradías de la Diócesis, en el año 2004 se procede a realizar una nueva reforma de los estatutos. Al mismo tiempo esta reforma sirve para constituir a la cofradía en una asociación pública de la Iglesia en la Archidiócesis de Toledo con su propia personalidad jurídica pública. Los nuevos estatutos fueron aprobados el día 24 de junio de 2004 por el Cardenal D. Antonio Cañizares Llovera, Arzobispo de Toledo y Primado de España. ³²

Desde el año 2005 la cofradía de la Sangre cuenta con una nueva imagen, el Cristo del Remedio. Se trata de una talla de madera de tamaño natural, aproximadamente de 1,80 metros de altura, clavada sobre una cruz de gran envergadura -2,5 metros de alta- que representa a Jesús crucificado a punto de expirar, con la boca entreabierta en el momento que alza la mirada al cielo pidiendo clemencia con gran realismo y expresividad. Esta imagen fue donada por D. Basiliso Hernández Gómez-Caro a la parroquia de Novés en el año 2005, y ese mismo año su párroco, D. Eladio Martín García, se la ofreció a la cofradía de la Sangre.

Este ofrecimiento se realizó para continuar la antigua devoción del Santísimo Cristo de los Remedios que data del año 1664, según relata Francisco Villalengua: “el pueblo hizo voto de celebrar a dicha imagen una fiesta solemne todos los años, el día de la Exaltación de la Cruz” ³³. En un principio la antigua imagen del Cristo de los Remedios y de la Caridad ocupaba un lugar en retablo del altar mayor, y era conocido como “el Cristo viejo”. Después fue conocido simplemente como Cristo del Remedio y a partir de 1725 tenía capilla propia, que era la que hoy es conocida como Capilla de la Monjía.

La nueva imagen sustituye a la antigua referida y que fue destruida en la guerra civil. El actual Cristo del Remedio desfiló procesionalmente por primera vez el Viernes de Dolores 7 de abril de 2006 junto a la Virgen de los Dolores en un Vía Crucis organizado por la Junta de Cofradías. Desde ese mismo año de 2006 esta imagen ha desfilado procesionalmente de forma ininterrumpida todos los años el Viernes Santo por la tarde en la procesión del Santo Entierro ³⁴.

En cabildo extraordinario celebrado el día 23 de junio de 2013³⁵ se aprobó la incorporación de mujeres a la cofradía en igualdad de condiciones, con los mismos derechos y obligaciones que los cofrades que ya lo fueran anteriormente. Este es un hecho muy importante que se puede calificar de histórico porque supone terminar con la secular discriminación que existía para pertenecer a la cofradía por razón de sexo, por lo tanto desde ese momento se convierte en una cofradía totalmente abierta a todos. Por este motivo se procede a la redacción de unos nuevos estatutos para incorporar en ellos las modificaciones necesarias, las cuales fueron aprobadas en una Asamblea General celebrada el día 27 de abril de 2014. Dichos estatutos junto a un reglamento de régimen interno, fueron enviados al Arzobispado para su autorización el día 5 del mes de mayo de este mismo año. ³⁶

Resultado de la votación para la incorporación de la mujer

Tal fue la repercusión de dicho acto que varios medios de comunicación lo publicaron, fue el caso de El DigitalCLM y La Tribuna de Toledo en su edición del 26 de Junio, bajo el titular "Mujer, ¡¡ Bienvenida !!".

Niñas y niños cofrades

Los nuevos estatutos constan de 51 artículos desarrollados en varios títulos y capítulos. Para el buen orden y funcionamiento de la cofradía, se redactó un reglamento de régimen interno compuesto de 21 artículos desarrollados a lo largo de 9 títulos que sirven y son utilizados para continuar, mantener y transmitir la tradición de sus costumbres.

Tanto los estatutos como el reglamento interno, fueron aprobados el día 12 de junio de 2014 por D. Braulio Rodríguez Plaza, Arzobispo de Toledo y Primado de España, y son los que actualmente están en vigor. ³⁷

Autor: D. Segundo Benayas Gómez-Caro